Proteger los humedales para nuestro futuro común
Como cada año, desde 1977, el 2 de febrero se conmemora la firma del primer tratado intergubernamental relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. Rubricado en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y conocido como el Convenio sobre los Humedales o Convenio de Ramsar, su depositario es la UNESCO y su Secretaría se sitúa en Gland (Suiza).
Ángel Alonso (OLL)
España se unió en 1982 y en la actualidad el tratado ya ha sido suscrito por casi 170 países, cubriendo en total un área protegida superior a los 200 millones de hectáreas, en las que se recoge una amplia variedad de tipos de humedales. Entre ellos destacan las marismas, estuarios, deltas, pantanos, turberas, pastizales húmedos, lagos, ríos, ojos de agua… y también zonas marítimas costeras, manglares, arrecifes de coral o bajos de mareas… además de lugares creados por el hombre, como podrían ser arrozales, embalses, salinas o estanques piscícolas…
Aquellos ecosistemas con gran biodiversidad que, a propuesta de los países contratantes del Convenio, logran cumplir con los Criterios de Importancia Internacional desarrollados en el tratado y que aseguran los niveles de calidad de los espacios, son incluidos en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, también conocida como la Lista Ramsar. En la actualidad se incluyen en ella casi 2.200 humedales, distribuidos por todo el mundo, que contribuyen a la regulación del ciclo del agua y del clima, el control de inundaciones y sequías, proveen de agua a zonas de uso para actividades humanas, y actúan como refugio de una gran variedad de vida salvaje.
La relación de la Lista Ramsar abarca humedales de menos de una hectárea, hasta el Pantanal de Sudamérica, un territorio con una superficie que triplica la de Irlanda y que se reparte entre Brasil, Paraguay y Bolivia… En 1982 España inauguró su lista particular con Doñana y las Tablas de Daimiel. A ella, poco a poco, se fueron añadiendo otros espacios hasta llegar a los 74 que figuran hoy en día.
El lema elegido por el Comité Permanente de la Convención de Ramsar, para el Día Mundial de los Humedales de 2025, ha sido: “Proteger los humedales para nuestro futuro común”. Con él se quiere hacer hincapié en la necesidad de una acción colectiva a fin de conservar los humedales como ecosistemas fundamentales para un planeta sostenible. La sensibilización del público es urgente a escala nacional y mundial para revertir la pérdida acelerada de humedales y promover su conservación y restauración.
Casi el 90 % de los humedales se ha degradado desde el siglo XVIII, y su velocidad de pérdida es tres veces mayor que la de pérdida de bosques. Se estima que desde 1900 ha desaparecido el 64% de los humedales del planeta, tendencia que todavía se mantiene en la actualidad. Por eso siempre resulta positivo que, siempre que tengamos la oportunidad, intentemos apoyar y participar en aquellas iniciativas encaminadas a sensibilizarnos con la importancia y el valor de los humedales, los beneficios que aportan, y la terrible pérdida que supone la destrucción de alguno de ellos… Todo está conectado y por eso, de su cuidado y protección, no solo depende la continuidad de la biodiversidad, tal y como la conocemos, en el planeta. Sino que también nuestra propia supervivencia.
El Día Mundial de los Humedales es una excelente oportunidad para concienciarnos y para conocer un poco más sobre estos ecosistemas que, evidentemente, su importancia es crucial.
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